.Hoy, día 17 de Octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Como todos los años salimos a la calle a alzar la voz por un planeta libre de pobreza y desigualdad.
Este año, sin olvidar la desigualdad, la discriminación y la pobreza que afectan a millones de personas en el mundo, los colectivos que integran la Plataforma Pobreza Cero en Granada centran el mensaje de la Campaña 2020 en LA EMERGENCIA ALIMENTARIA que se vive en nuestra ciudad.
Mucho se ha escrito del virus Covid19 que nos iguala a todas las personas, que no hace distinción. Pero esto no es cierto.
La pandemia ha provocado más de 30.000 muertos en el Estado español. Según importantes estudios, la pandemia está afectando con más fuerza a los barrios empobrecidos. Los barrios con renta baja registran una incidencia de casos 2,5 veces superior que los de renta más alta.
Vecinos y vecina de barrios empobrecidos no tienen trabajos que permitan el teletrabajo. Se tienen que desplazar para acceder a su puesto de trabajo en transportes públicos masificados. Habitan viviendas precarias y sobreocupadas, donde la distancia social es difícil de mantener. El confinamiento ha sido especialmente cruel para las familias que dependen del trabajo sin contrato, en la hostelería, comercio o limpieza. Para ellas no ha habido ERTE ni paro. Se quedaron sin ingresos al día siguiente de pararse la economía.
Granada es un reflejo de esta realidad. La irrupción de la pandemia COVID19 ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas de protección social municipales.
Según las estimaciones de diferentes organizaciones, al menos 2.500 familias del municipio de Granada carecen actualmente de los recursos necesarios para comer adecuadamente todos los días.
Entendemos que la magnitud de la crisis al inicio de la pandemia hiciera difícil al Ayuntamiento articular una respuesta rápida a las necesidades generadas por el estado de alarma. Pero no es aceptable que 6 meses después, a pesar de la labor admirable de los trabajadores y trabajadoras de los Servicios Sociales, el Consistorio siga siendo incapaz de satisfacer adecuadamente las necesidades de los granadinos y granadinas en situación de exclusión social.
El tsunami de la alarma sanitaria, es seguido por otra ola más imperceptible para la opinión pública: la ola de la crisis social y económica, que sigue creciendo semana a semana, que ha hecho que las desigualdades se profundicen.
Una de las primeras manifestaciones de esa crisis social y económica fue la aparición de un fenómeno que suele resultar ajeno a la opinión pública en estas latitudes: el HAMBRE.
Cada vez más personas tienen dificultad para satisfacer una necesidad vital tan básica como comer, un derecho fundamental. Comer a diario, disfrutar de una vivienda digna, tener luz y agua, disponer de butano para cocinar o calentarse, tener acceso a productos higiénicos… no son «caprichos» o «privilegios». Son derechos que obligan a los poderes públicos a actuar para garantizarlos.
La ciudad de Granada ha estado viviendo una crisis alimentaria sin precedentes desde marzo y sigue instalada en ella.
Es verdad que el Ayuntamiento ha desarrollado una gran variedad de iniciativas, pero de forma descoordinada: suplencia de los comedores escolares, tarjetas monedero de varios formatos, reparto de comida, etc. Pero se ha echado en falta una mejor planificación.
El funcionamiento de los Servicios Sociales predominantemente «virtual», positivo como medida de protección, ha impedido que la población sin acceso a telefonía o Internet pueda solicitar la ayuda necesaria. La «brecha digital» se ha convertido en «fosa digital».
El Ayuntamiento ha impulsado el reparto de comida a través de ONGs y asociaciones. Ello sugiere que el Equipo de Gobierno considera el reparto más como un «acto caritativo” privado que como la obligación de un servicio público en respuesta a un derecho básico. Las ONGs y asociaciones hacen lo que pueden. Pero el afrontamiento de la crisis alimentaria de Granada es un deber primario del Ayuntamiento.
Por ello, S O L I C I T A M O S
1. Que se destine mayor presupuesto para afrontar con solvencia la crisis alimentaria derivada de la pandemia COVID19. Estas partidas deben detraerse de inversiones que no sean esenciales para el bienestar de los granadinos y las granadinas.
2. Que se refuercen los Servicios Sociales del Ayuntamiento, con más personal y con medidas organizativas que permitan a la ciudadanía acceder a ellos con facilidad.
3. Que se mejore la respuesta a la emergencia alimentaria mediante una acción liderada por los Servicios Sociales. Que sean ellos quienes centralicen la información evitando duplicidades y laberintos burocráticos.
4. Que se cree una Tarjeta Monedero única, que se entregue a todas las familias en situación de necesidad, que incluya una cuantía suficiente para cubrir las necesidades de alimentación e higiene. Y que pueda ser gastada en comercios del barrio. De esta forma se dinamizará la economía local.
Hoy, día 17 de Octubre, unámonos al grito para erradicar la pobreza en el mundo, para erradicar la pobreza en Granada.
La pandemia no nos iguala. La pandemia nos diferencia.
Acabemos con la brecha de la desigualdad y la pobreza en la ciudad de Granada.